Jim Campilongo y “la voz distintiva” de su Telecaster

El guitarrista estadounidense dialogó con Infobae Cultura sobre su presentación del jueves en el Bebop Club junto a Mariano Otero, Sergio Verdinelli y Nana Arguen

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Jim Campilongo visita por tercera vez Buenos Aires (@glorefice8)
Jim Campilongo visita por tercera vez Buenos Aires (@glorefice8)

Jim Campilongo mantiene los pies sobre la tierra, aunque reúna las credenciales de un héroe de la guitarra. Su gran destreza técnica lo ha llevado a ser tapa de revistas especializadas, donde suele compartir trucos, consejos y detalles de su equipamiento. Como Keith Richards, Johnny Greenwood, Bruce Springsteen o su ídolo Roy Buchanan, el músico estadounidense se ha apropiado de los sonidos característicos de la Telecaster fabricada por Fender y hasta la misma firma lanzó al mercado un modelo signature con su nombre.

“Una de las razones por las que toco con la Telecaster es porque los guitarristas que me gustan tocaban con eso: Roy Buchanan, Roy Nichols –el guitarrista de Merle Haggard–, Don Rich –socio de Buck Owens en The Buckaroos–. También me gusta lo básica que es. No recuerdo ahora quién dijo que era un buen arma. Para mí es como el Ford T, por más mejoras tecnológicas que vinieron después, todavía seguimos conduciendo ese modelo en algún nivel”, le explica a Infobae Cultura el músico, que está de visita en la Argentina por tercera vez.

Campilongo volverá a pisar el escenario de Bebop Club el próximo jueves 28, acompañado por Sergio Verdinelli en la batería y Mariano Otero en el bajo. Se les suma para esta ocasión Nana Arguen como segunda guitarra. “Ella es muy hábil tocando, le mandé mi música y ensayamos exhaustivamente por zoom la semana pasada”, dice el guitarrista, quien hizo un par de fechas en Brasil, Mar del Plata y Cariló en estos últimos días. Junto a los músicos locales, presentará los temas de su próximo disco a salir en julio y también recorrerá otras canciones de sus trabajos anteriores.

“Pienso que los buenos músicos crean química. Yo no les digo a los demás qué hacer, solo quiero que tomen la decisión correcta. Intuitivamente ellos hacen sus partes muy bien y creo que ya logramos sonar como una banda”, señala Campilongo sobre sus compañeros Verdinelli y Otero, quienes tuvieron ambos la oportunidad de tocar con Luis Alberto Spinetta, entre varios otros músicos destacados. El contacto con ellos surgió a través del lutier Rafa Morreale, quien le diseñó al músico estadounidense uno de sus modelos Lumiere con una madera de pino de cien años.

Jim Campilongo, Mariano Otero y Sergio Verdinelli. "Ya logramos sonar como una banda", dice el guitarrista estadounidense sobre los músicos que lo acompañan
Jim Campilongo, Mariano Otero y Sergio Verdinelli. "Ya logramos sonar como una banda", dice el guitarrista estadounidense sobre los músicos que lo acompañan

Campilongo abarca con su guitarra una gran variedad de géneros, aunque todo se remite a las tradiciones musicales de su país, desde el honky tonk al jazz. “Mi sonido puede ser más suave o más agresivo, pero creo que tengo una voz distintiva en la guitarra y ese es el denominador común dentro del material. Hay mucha variación estilística pero con una continuidad, lo cual me parece bueno para el público y también para mí. Simplemente no quiero seguir tocando la misma canción una y otra vez”, explica.

La versatilidad de su música se refleja también en sus distintas colaboraciones con otros artistas, desde Steve Cardenas a JJ Cale, pasando por el indie rock de Cake y Bright Eyes, Nels Cline, Burning Spear y por supuesto Norah Jones, con quien formó el grupo de country alternativo The Little Willies. “La conocí cuando tenía 19 años –dice–. Todavía no era famosa, pero yo me di cuenta de que tenía un talento especial y tocamos juntos cada vez que podíamos. Había mucha química en nuestra banda. Después su carrera explotó, pero siempre disfruté tocar con ella. Es una gran artista”.

Además de citar a Chet Atkins como una de sus influencias más fuertes, Campilongo también se declara un admirador de la guitarra española y menciona que le ha estado prestando atención últimamente a compositores como Francisco Tárrega y el paraguayo Agustín Pío Barrios. “Cuando estaba aprendiendo a tocar la guitarra, Roy Buchanan o Howard Roberts fueron los artistas que me mostraron el camino que quería seguir. Pero a medida que vas tocando tus influencias se amplían. Ahora escucho mucho el piano y otros instrumentos, no solamente la guitarra”, dice.

"Creo que tengo una voz distintiva en la guitarra y ese es el denominador común entre los distintos estilos que toco", dice Campilongo
"Creo que tengo una voz distintiva en la guitarra y ese es el denominador común entre los distintos estilos que toco", dice Campilongo

Tocar con otros guitarristas igualmente es algo que el músico disfruta de un modo especial. Meses atrás grabó por primera vez con Steve Cardenas, otro virtuoso de espíritu afín con quien suele compartir escenario, y en su próximo álbum vuelve a juntarse con Luca Benedetti, después del sorprendente Two guitars. “A diferencia del piano, la guitarra tiene muchas opciones de digitación para una misma nota, por eso me interesa mucho ver cómo tocan otros colegas que llevan mucho tiempo tocando”, comenta.

Para este artista, son tantas las posibilidades que ofrece el instrumento de seis cuerdas que no cree necesario experimentar con pedales y efectos. “Hay muchos sonidos a los que uno se puede aproximar con la guitarra sin necesidad de un pedal. De esta manera me entiendo mejor con el instrumento”, dice Campilongo, quien permanece fiel al sonido de la Telecaster. “Emula muy bien la voz humana. Hubo una época en que escuché mucho las arias de Maria Callas, y creo que la Telecaster tiene un sonido femenino similar. Hay cosas que puedo hacer con ella que son únicas para mi estilo”, agrega.